Las fiestas de fin de año están por terminar y con ellas, los regalos que muchos intercambian durante esta época. ¿Pero que es en realidad lo que nosotros hubiésemos querido recibir? Claro, lo mejor para el espíritu: paz, amor, felicidad, pero en un plano algo mas material cada uno de nosotros esperamos recibir algo que ansiamos y que quizás no podamos comprar por falta de dinero, o porque simplemente nos es difícil conseguirlo, pero siempre hay algo que nos hubiese gustado recibir aunque no lo hayamos considerado como un regalo ‘ideal’.
Para los viajeros constantes, los regalos mejor recibidos son aquellos que nos ayuden a tener una experiencia mucho mas placentera mientras visitamos esos lugares nuevos a los que el destino nos lleva. Y pensando en ello es que me pongo a pensar en cual seria el mejor regalo para mí, ya que me gusta disfrutar al máximo de mis paseos y muchas veces esto sólo lo consigo caminando mucho. ¿Y que tal un par de zapatos cómodos? ¿Se han imaginado caminando por las calles pavonadas (y casi infinitas) de piedra de Roma? Si bien la idea es súper romántica, mis pies me dicen otra cosa. ¿O correr de galería en galería en el Louvre de Paris tratando de visitar en un día lo que normalmente me tomaría tres? ¿O llegar al Palacio de Buckingham en el tiempo menor posible a la vez que quiero ver lo más que pueda de la National Gallery? Definitivamente un buen par de zapatos me llevarán muy lejos. Podré conocer muchísimo más, podré capturar la mayor cantidad de fotografías y mas rápido y podré esquivar ágilmente cualquier artefacto motorizado que decida interponerse en mi camino. La decisión esta hecha: para el próximo año, espero que Santa Claus se acuerde de mis pies.
Para los viajeros constantes, los regalos mejor recibidos son aquellos que nos ayuden a tener una experiencia mucho mas placentera mientras visitamos esos lugares nuevos a los que el destino nos lleva. Y pensando en ello es que me pongo a pensar en cual seria el mejor regalo para mí, ya que me gusta disfrutar al máximo de mis paseos y muchas veces esto sólo lo consigo caminando mucho. ¿Y que tal un par de zapatos cómodos? ¿Se han imaginado caminando por las calles pavonadas (y casi infinitas) de piedra de Roma? Si bien la idea es súper romántica, mis pies me dicen otra cosa. ¿O correr de galería en galería en el Louvre de Paris tratando de visitar en un día lo que normalmente me tomaría tres? ¿O llegar al Palacio de Buckingham en el tiempo menor posible a la vez que quiero ver lo más que pueda de la National Gallery? Definitivamente un buen par de zapatos me llevarán muy lejos. Podré conocer muchísimo más, podré capturar la mayor cantidad de fotografías y mas rápido y podré esquivar ágilmente cualquier artefacto motorizado que decida interponerse en mi camino. La decisión esta hecha: para el próximo año, espero que Santa Claus se acuerde de mis pies.
1 comentario:
Me gusta mucho poder hacerles regalos a mi esposa y en general elijo las joyas y también artículos relacionados con el arte. Constantemente busco de cambiar los regalos que hago y siempre trato de hacer cosas nuevas y por eso este año elegi comprar unos colchones y hacer una cama extra grande
Publicar un comentario